Autor.
Barcia Poveda Carlos, Lic.
Objetivo Principal.
Describir en base criterios técnicos y referenciales, la importancia de las Catecolaminas en nuestro organismo.
Resumen/Abstract.
Español.
Los aumentos en los niveles de catecolaminas se asocian con el aumento de la frecuencia cardiaca y de los niveles de glucosa y con la activación del sistema nervioso parasimpático. Las catecolaminas pueden ser producidas en las glándulas suprarrenales, ejerciendo una función hormonal, o en las terminaciones nerviosas, por lo que se consideran neurotransmisores. El precursor de todos ellos es la tirosina, que se usa como fuente en las neuronas catecolaminérgicas (productoras de catecolaminas). Estas se descomponen en ácido vanililmandélico (AVM), metanefrina y normetanefrina. La metanefrina y la normetanefrina también pueden medirse durante la prueba de Catecolaminas. Las catecolaminas aumentan la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el ritmo respiratorio, la fuerza muscular y la lucidez.
Palabras Claves: Catecolaminas, glándulas, neurotransmisor, neuronas.
English.
Increases in catecholamine levels are associated with increased heart rate and glucose levels and with activation of the parasympathetic nervous system. Catecholamines can be produced in the adrenal glands, exerting a hormonal function, or in the nerve endings, for which they are considered neurotransmitters. The precursor to all of them is tyrosine, which is used as a source in catecholaminergic neurons (producers of catecholamines). These are broken down into vanilylmandelic acid (AVM), metanephrine, and normetanephrine. Methanephrine and normetanephrine can also be measured during the Catecholamine test. Catecholamines increase heart rate, blood pressure, respiratory rate, muscle strength, and alertness.
Key Words: Catecholamines, glands, neurotransmitter, neurons.
Validación Teórica basada a la realidad | PickleMED.
¿Qué son las Catecolaminas y para qué sirven? Las catecolaminas son un conjunto de neurotransmisoresde la clase de las monoaminas, a la que también pertenecen las triptaminas (serotonina y melatonina), la histamina o la fenetilaminas. La dopamina, la adrenalina y la noradrenalina son las tres principales catecolaminas. Las catecolaminas pueden ser producidas en las glándulas suprarrenales, ejerciendo una función hormonal, o en las terminaciones nerviosas, por lo que se consideran neurotransmisores. El precursor de todos ellos es la tirosina, que se usa como fuente en las neuronas catecolaminérgicas (productoras de catecolaminas).
Las investigaciones han revelado que con estrés se disparaban los niveles de catecolaminas, y que los linfocitos tenían receptores adrenérgicos. Cuando se incubaba norepinefrina (noradrenalina) o epinefrina (adrenalina), se veía su capacidad de proliferación frente a fitohemaglutinina (PHA) o concavalina A (ConA), y se comprobaba que a 10-4 M inhibían la producción de linfocitos T, pero que concentraciones de 10-8 M y en presencia de hidrocortisona estimulaba la proliferación de estos linfocitos T. Este efecto se inhibía si se añadía fentolamina (bloqueante de receptores α). Se vio que concentraciones muy bajas de epinefrina, que en apariencia no ejercían efectos sobre la proliferación, estimulaban esta proliferación cuando se añadía propanolol (bloqueante de receptores β). En conclusión, las respuestas a concentraciones altas se inhiben con propanolol, así que se necesitan receptores β. Los receptores β y α son antagónicos. Se solía decir que las vías de AMPc son inhibitorias y las de GMPc activas. Esto sólo funciona con la proliferación de los linfocitos T. En otros casos no tiene por qué ser cierto.
A nivel químico estos neurotransmisores se caracterizan por la presencia de un catecol (un compuesto orgánico que contiene un anillo de benceno y dos grupos hidroxilos) y una amina en la cadena lateral. Se derivan del aminoácido tirosina, que obtenemos a través de alimentos ricos en proteínas como los lácteos, los plátanos, los aguacates o los frutos secos.
Los aumentos en los niveles de catecolaminas se asocian con el aumento de la frecuencia cardiaca y de los niveles de glucosa y con la activación del sistema nervioso parasimpático. Las disfunciones catecolaminérgicas pueden provocar alteraciones en el sistema nervioso, y en consecuencia trastornos neuropsiquiátricos como las psicosis o la enfermedad de Parkinson.
Funciones | PickleMED.
En las funciones motrices, la dopamina está implicada en la enfermedad del Parkinson. Hay una degeneración de las neuronas de la sustancia negra. Desde la sustancia negra hay dos vías que se dirigen a los ganglios basales (destacando el núcleo caudado), que juegan un papel en el control del movimiento. El núcleo caudado modula el tálamo, y desde aquí hay una inervación que controla la corteza motriz. Así pues, se corta la modulación de la dopamina entre la sustancia negra y el núcleo caudado. La dopamina no atraviesa la barrera hematoencefálica, así que se utiliza la L-Dopa, que sí lo hace y a partir de ella se mejora, pero no corrige.
Catecolaminas en sangre | PickleMED.
Las glándulas suprarrenales producen grandes cantidades de catecolaminas como respuesta al estrés. Las catecolaminas principales son la epinefrina (adrenalina), la norepinefrina (noradrenalina) y la dopamina. Estas se descomponen en ácido vanililmandélico (AVM), metanefrina y normetanefrina. La metanefrina y la normetanefrina también pueden medirse durante la prueba de Catecolaminas. Las catecolaminas aumentan la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el ritmo respiratorio, la fuerza muscular y la lucidez. También reducen la cantidad de sangre que va a la piel y a los intestinos, y aumentan la sangre que va a los órganos principales, como el cerebro, el corazón y los riñones; La prueba de catecolaminas mide la cantidad de las hormonas epinefrina, norepinefrina y dopamina en la sangre. Estas catecolaminas se elaboran en el tejido nervioso , el cerebro y las glándulas suprarrenales . Las catecolaminas ayudan al cuerpo a responder al estrés o al miedo, y preparan el cuerpo para reacciones de «lucha o huida».
Clasificación | PickleMED.
1. Dopamina
Nuestro organismo transforma la tirosina en otro aminoácido, la levodopa o L-DOPA, y ésta se convierte a su vez en dopamina. A su vez la dopamina es la catecolamina más básica, y tanto la adrenalina como la noradrenalina se fabrican a partir de este neurotransmisor. Cuando se encuentra en el cerebro, la dopamina cumple un rol de neurotransmisor; esto significa que participa en el envío de señales electroquímicas entre neuronas. En cambio, en la sangre funciona como un mensajero químico y contribuye a la vasodilatación y a la inhibición de la actividad del sistema digestivo, del inmunitario y del páncreas.
2. Adrenalina
La adrenalina se genera a partir de la oxidación y la metilación de la dopamina, principalmente en el locus coeruleus, localizado en el tronco cerebral. La síntesis de este neurotransmisor es estimulada por la liberación de hormona adrenocorticotropa en el sistema nervioso simpático. La adrenalina y la noradrenalina, de la que hablaremos a continuación, son consideradas las hormonas del estrés, puesto que cuando actúan fuera del sistema nervioso no lo hacen como neurotransmisores sino como hormonas. Se relacionan con la regulación cardiaca y respiratoria y con el consumo de recursos corporales para hacer frente a desafíos ambientales.
3. Noradrenalina
La oxidación de la adrenalina da lugar a la noradrenalina, del mismo modo que la de la dopamina convierte a ésta en adrenalina y la de la tirosina en dopamina. Como la adrenalina, cumple el papel de neurotransmisor en el sistema nervioso y el de hormona en el resto del cuerpo. Entre las funciones de la noradrenalina podemos destacar la alerta cerebral, el mantenimiento del estado de vigilia, la focalización de la atención, la formación de recuerdos y la aparición de sensaciones de ansiedad, así como el incremento de la presión sanguínea y de la liberación de las reservas de glucosa.

PickleMED | Barcia 2020.